(Noticia publicada el 2 de enero de 2018 en El Periódico de Extremadura)

Urge desarrollar las especialidades de enfermería y agilizar la acreditación de nuevas unidades docentes. Apuesta por modificar un real decreto para incentivar también a los especialistas «de difícil cobertura».

En Extremadura, como en la mayoría de las comunidades, hace falta médicos. Los cálculos del Servicio Extremeño de Salud (SES) prevén que entre los años 2020 y 2026 se jubilen alrededor de 600 médicos de familia de una plantilla que ronda los 1.200 profesionales, además de cerca de 400 facultativos especialistas. Hay médicos en formación, pero en ocasiones ni los contratos que se les ofrecen ni las plazas que se necesitan cubrir son atractivas para los nuevos facultativos que se incorporan al mercado laboral. Para intentar atajar esta problemática que amenaza a prácticamente todo el país, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas están buscando fórmulas de forma consensuada para evitar, entre otras cosas, la pérdida de capital humano en el marco del Sistema Nacional de Salud.

En esas reuniones de trabajo se ha llegado a plantear que se articulen «nuevas fórmulas legales que mantengan la vinculación del médico en formación especializada (MIR) con el servicio de salud una vez haya terminado la residencia», según recogía hace unos días el diario Redacción Médica.

En este sentido, una de las propuestas que más debate está generando es la que ha realizado el consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, que plantea obligar a los MIR a permanecer un tiempo determinado en la sanidad pública con el fin de revertir la formación que han recibido en el servicio de salud. A su juicio, lo que no tiene sentido es que nada más terminar este periodo formativo estos profesionales se incorporen «directamente» a la actividad privada, como ocurre en especialidades como Cirugía Plástica.

Desde Extremadura no valoran este planteamiento de la región vecina, aunque sí comparten la necesidad de que el MIR se quede en la comunidad. Para ello, la propuesta del SES pasa por incentivar a estos médicos que terminan la residencia en Extremadura. Pero no solo a los médicos internos residentes que finalizan su formación especializada sino «fidelizar» también a diferentes especialistas en activo.

Con este objetivo defiende una «modificación del real decreto 639/2014 para que se incentive a los especialistas de difícil cobertura y especialidades deficitarias por parte de la Comisión de Recursos Humanos», señala el SES.

NUEVAS UNIDADES / Además de esto, entre las medidas en las que se quiere centrar Extremadura a corto plazo para paliar el déficit de especialistas, también está dar agilidad a las nuevas unidades docentes «y que sean más flexibles con los indicadores» que hay que superar. De tal modo que a través de una declaración responsable del gerente del área de salud determinada y de la unidad docente se pueden trabajar en este proceso de acreditación mientras se logra el visto bueno definitivo. En Extremadura existen 13 unidades docentes acreditadas (cinco en Badajoz, tres en Cáceres, dos en Plasencia y una en Mérida, en Don Benito y otra en Navalmoral de la Mata), además de cuatro centros hospitalarios (Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia). En estas unidades es donde se encuentran las plazas MIR ofertadas en la región.

Por último, una tercera medida contemplada por el Servicio Extremeño de Salud «a corto plazo» es el desarrollo de las especilialidades de enfermería y que se incorporen la enfermería familiar y comunitaria en los servicios de salud, «por el papel que pueden tener en la atención a la cronicidad y la especialización de cuidados», apunta la Dirección General de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria.

Desde el SES reconocen que de forma generaliza la mayoría de las comunidades tiene «importantes problemas» con especialidades como Medicina de familia y Pediatría y también con otras hospitalarias como Cardiología, Traumatología, Cirugía pediátrica, Cirugía general…