La hermana de la Dra. Magdalena González, el hijo de Mª Isabel Bueno Fatela junto al presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos R. Arjona y el secretario general, Evelio Robles recogieron en Madrid las medallas honoríficas de Colegiado de Honor con Emblema de Plata de manos del presidente de la Organización Médica Colegial
El Consejo General de Médicos (CGCOM) rindió este jueves, 3 de noviembre, un homenaje a los 125 médicos fallecidos durante la pandemia por la COVID-19, entre ellos los médicos cacereños Sebastián Traba, Magdalena González, Mª Isabel Bueno y Carlos Luengo.
En el acto, celebrado antes de la VII Convención de la Profesión Médica, se hizo entrega de una medalla a los familiares de las víctimas con la concesión de la condición de Colegiado de Honor con Emblema de Plata a los profesionales fallecidos mientras ejercían la Medicina.
Al acto asistió la hermana de la pediatra Magdalena González y el hijo de que fue directora médica de Atención Primaria del área de salud de Plasencia, María Isabel Bueno Fatela. Ambos subieron al escenario acompañados por el secretario general del Colegio de Médicos de Cáceres, Evelio Robles, que recogió la distinción de Sebastián Traba, médico de familia en el Centro de Salud Sebastián Traba- Nuevo Cáceres y el presidente del iComeca, Carlos R. Arjona Mateos, recogió la del doctor Carlos Luengo, con ejercicio en el medicina privada.
Homenaje
Al acto asistieron más de 500 personas entre profesionales médicos, autoridades, juntas directivas de los colegios de médicos y los familiares de los fallecidos. Además, contó con la participación de los miembros de la Comisión Permanente del CGCOM, los doctores Tomás Cobo, presidente; Mª Isabel Moya, vicepresidenta primera; Manuela García Romero, vicepresidenta segunda; José María Rodríguez Vicente, secretario general; Mª Rosa Arroyo, vicesecretaria; y Enrique Guilabert, tesorero.
El homenaje fue conducido por el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga quien resaltó «el ejemplo de vida que suponen los médicos que dieron su vida durante la pandemia para salvar a otros».
El secretario del CGCOM, el Doctor Rodríguez Vicente, impulsor de esta iniciativa, expresó que «nuestra institución manifestó durante el Estado de Alarma la voluntad de promover un homenaje a nuestros compañeros cuando la pandemia estuviese bajo control, porque sabíamos que el camino sería arduo y lento, que más médicos dejarían su vida en su esfuerzo, profesional y humano por mejorar la capacidad asistencial de nuestros hospitales y centros de salud».
La profesión médica, en su opinión, «ha pagado un gran precio durante esta pandemia, jornadas sin descanso, que han añadido al agotamiento físico y el agotamiento psíquico con niveles elevados de ansiedad, depresión, estrés postraumático, impotencia, burnout … etc».
«Este acto es un sincero homenaje a los compañeros que, en ejercicio de su lealtad médica, antepusieron sus valores profesionales al servicio del ser humano y de la sociedad frente a sus intereses personales. Fallecieron en acto de servicio intentando paliar los efectos de esta pandemia que nunca imaginamos iba a ser tan devastadora e iba a cambiar nuestras vidas», expuso.